Las zonas de distribución y tránsito dentro de la Casa del Festero son en sí mismas un ejemplo de la belleza del edifico.
La subida de la escalera está presidida por una afamada pintura del artista local Pedro Marco. También encontramos una talla del conocido personaje «El Orejón de Villena».
La casa perteneció a una de las familias más poderosas de la ciudad, la familia Selva, y destaca por su fachada de estilo modernista y su decoración interior, que en algunas salas conserva los suelos originales de mosaicos Nolla policromados típicos de las casas principales de la aristocracia del siglo XIX y de principios del XX.